TESTIMONIO DE UN EXTRABAJADOR DEL MENTAL
Por José Molina Ayala
Nos
habla de la evolución histórica que sufre la concepción sobre los
trastornos mentales, la incorporación de la Psicología y de la
Filosofía, y ,debido a ello, cómo cambia la manera de tratarles y de
establecer una relación diferente. Y lo hace desde el papel que
desarrolla como Cuidador, y más tarde como Psiquiatra.
Junto a la importancia de la farmacología, destaca el papel de la terapia grupal que junto a la disminución de la ansiedad, conseguía una mejoría clínica. Desarrolla el Modelo BIOPSICOSOCIAL con el que se trabajó. La importancia de tratar en los 3 campos, biológicos, emocionales y relacionales, que ya se trataban en la cultura griega, modelo que no sólo se aplica en el campo de la psiquiatría, sino en el resto de especialidades.
Josep Maria trabaja desde 1972 hasta 1980, 3 últimos años como psiquiatra. Es difícil explicar cómo entramos gente tan tara como nosotrxs. Teníamos como común las profundas creencias democráticas y antidictatoriales y el deseo de tratar desde las relaciones humanas. Los pacientes llevaban años, estaban en su casa, nosotros éramos los extraños. Ellos nos enseñaron cómo se vivía en el hospital, el sufrimiento.
Nos sorprendió mucho ver un almacén lleno de historias clínicas. En ellas se ve una diferencia entre cómo estaban recogidas antes y durante la guerra. Habla de anarquistas que se refugian en el hospital y que juzgan a los médicos por no alistarse a la guerra. Entonces les obligan a cumplir el horario y a trabajar. Las historias clínicas se enriquecen y están además escritas en catalán.
En cuanto si se necesitan los hospitales psiquiátricos, Josep Maria nos habla que los manicomios cerrados, apartados de la Sociedad, no tienen ningún sentido. Mas, hay personas que necesitan un acompañamiento continúado, por ejemplo en Pisos.
El Doctor Pi i Molist no se separa del enfermo, montó su casa al lado del hospital, para estar más cerca de su trabajo.
Cuando entramos enseguida en el conflicto con Sant Pau nos defendimos con los encierros, con la ayuda de las Asociaciones de Vecinos, a las que muchos pertenecíamos. No estábamos de acuerdo en que todo el trabajo que hacíamos en la comunidad, quedara sólo medicalizado dentro de la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Sant Pau. Hubo un momento que la Dirección ofreció que redactáramos un servicio de Atención Primaria de Salud Mental que lo apoyarían si se dejaba el encierro. Mas no lo cumplió. El grupo que lo elaboró montó una Cooperativa que se llamaba Pi i Molist creando un centro para la asistencia en la comunidad, y que lleva funcionando desde 1976 que se creó.
Junto a la importancia de la farmacología, destaca el papel de la terapia grupal que junto a la disminución de la ansiedad, conseguía una mejoría clínica. Desarrolla el Modelo BIOPSICOSOCIAL con el que se trabajó. La importancia de tratar en los 3 campos, biológicos, emocionales y relacionales, que ya se trataban en la cultura griega, modelo que no sólo se aplica en el campo de la psiquiatría, sino en el resto de especialidades.
Josep Maria trabaja desde 1972 hasta 1980, 3 últimos años como psiquiatra. Es difícil explicar cómo entramos gente tan tara como nosotrxs. Teníamos como común las profundas creencias democráticas y antidictatoriales y el deseo de tratar desde las relaciones humanas. Los pacientes llevaban años, estaban en su casa, nosotros éramos los extraños. Ellos nos enseñaron cómo se vivía en el hospital, el sufrimiento.
Nos sorprendió mucho ver un almacén lleno de historias clínicas. En ellas se ve una diferencia entre cómo estaban recogidas antes y durante la guerra. Habla de anarquistas que se refugian en el hospital y que juzgan a los médicos por no alistarse a la guerra. Entonces les obligan a cumplir el horario y a trabajar. Las historias clínicas se enriquecen y están además escritas en catalán.
En cuanto si se necesitan los hospitales psiquiátricos, Josep Maria nos habla que los manicomios cerrados, apartados de la Sociedad, no tienen ningún sentido. Mas, hay personas que necesitan un acompañamiento continúado, por ejemplo en Pisos.
El Doctor Pi i Molist no se separa del enfermo, montó su casa al lado del hospital, para estar más cerca de su trabajo.
Cuando entramos enseguida en el conflicto con Sant Pau nos defendimos con los encierros, con la ayuda de las Asociaciones de Vecinos, a las que muchos pertenecíamos. No estábamos de acuerdo en que todo el trabajo que hacíamos en la comunidad, quedara sólo medicalizado dentro de la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Sant Pau. Hubo un momento que la Dirección ofreció que redactáramos un servicio de Atención Primaria de Salud Mental que lo apoyarían si se dejaba el encierro. Mas no lo cumplió. El grupo que lo elaboró montó una Cooperativa que se llamaba Pi i Molist creando un centro para la asistencia en la comunidad, y que lleva funcionando desde 1976 que se creó.
EVOLUCIÓN DE LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL
Cambios a nivel económico y políticos hacían que la atención fuera de una u de otra manera.
La medicación a veces se convierte en una involución si se descuida lo psicológico. Se ha intentado seguir tratando de manera más personal, unida su transformación dentro de la sociedad.
Para entender esta globalidad Josep Maria nos habla de su experiencia como médico en la Mina donde trataban a pacientes de drogadicción y su influencia con la crisis económica. Así como las creencias culturales, condujeron al ingreso de mujeres en el hospital psiquiátrico por quedarse embarazadas sin tener pareja.
Nos habla de la cerebroteca con cerebros conservados en formol para el estudio de las Demencias, y que no se saben dónde fueron a parar.
Termina compartiendo una anécdota de cuando organizaron un baile y donde las monjas cerraron la puerta del departamento de mujeres para que éstas no asistieran. Un paciente le dijo a una monja "Señora Vd no se ha enterado que durante la guerra por cosas menores se las cargaban". Con lo que consiguió que abrieran.
Mas el padre Prior advirtió que todas las que fueran no podrían comulgar porque estaban en pecado mortal .Hemos de pensar que ésto sucedía no hace tanto tiempo, en los años 70.