dimarts, 29 d’octubre del 2013

EMILIO PI Y MOLIST

Hemeroteca
Clásicos de la Psiquiatría Española del siglo XIX (111):
EMILIO PI Y MOLl5T (1824-1892)
por Antonio M. REY GONZALEZ
Retrato del autor


Evocamos, en esta ocasión, la vida y la obra del ilustre frenópata catalán D. Emilio PI y MOL1ST, figura central, junto con GINE y PARTAGAS, de la psiquiatría española del siglo XIX. Ambos convirtieron a Barcelona en la sede central de la especialidad, que más tarde pasaría a Madrid, aunque sin alcanzar el esplendor logrado en esta etapa de florecimiento catalán.


1. LOS COMIENZOS DE SU OBRA
Hijo de PI y ARIMON, arqueólogo e historiador de la ciudad, nació PI en Barcelona el 15 de octubre de 1824 (1). . Interesado prematuramente por la literatura, escribió a los doce años unas odas y una novela, preludio de lo que serían sus aficiones literarias posteriores.
Tras estos ensayos se inició su afición por la botánica y, en el año 1843, huyendo de las levas organizadas en su ciudad natal, se instaló en Palma de Mallorca. Publicó allí un folleto titulado Noticia histórica de los progresos y estado actual de la Botánica en las Islas Baleares (1843), proyecto de catálogo para la formación de una flora balear. Tradujo también del francés y arregló el Manual Completo de Botánica, del Dr. BOITARD, y que publicó con el título de Elementos de Botánica (1843).
En 1846, contando 22 años, y siendo ya Bachiller en Medicina y Cirugía, acudió a un certamen, convocado por la Sociedad Económica de Amigos del País, con objeto de premiar la mejor Memoria o proyecto de erección más asequible de un Asilo, Hospital o Casa de locos... Se recibieron cinco Memorias, premiándose la suya, frente a contrincantes tan destacados como el higienista Pedro Felipe MONLAU (2)..Precisamente ese mismo año el Médico de Cámara de S. M., Pedro María RUBIO, elaboraba la primera estadística de los manicomios españoles, con el fin de sentar las bases de un plan que se proponía mejorar la situación de los locos en las distintas provincias españolas (3).
Animado, de seguro, por este temprano triunfo, se presentó en el año 1849 a otro certamen, esta vez convocado por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Barcelona con un trabajo titulado Memoria sobre las circunstancias en que se halla indicado y contraindicado el uso del cloroformo (1850), ganando el primer premio, consistente en el título de Socio Corresponsal de la citada institución. Al año siguiente era convocada, por oposición, una plaza de Académico de Número sobre tema de libre elección, disertando PI sobre los aspectos médicos de un pasaje de las Memorias de ultratumba, de CHATEUBRIAND, que leyó el21 de agosto de 1851. De esta forma entró en la Real Academia donde, en años posteriores, leería varios trabajos y discursos (4).

2. EL INSTITUTO MENTAL DE SANTA CRUZ
Decantado por la frenopatía, y especialmente por la asistencia nosocomial, comienza a interesarse por la lamentable situación de los locos en el Hospital de Santa Cruz. Mediante la intervención del Dr. Raimundo DURAN y OBIOLS, consultor de la Administración, le fue propuesto realizar un viaje por el extranjero, con objeto de visitar los establecimientos más importantes en la asistencia a los alienados, y poder aplicar estos conocimientos para la construcción, a tal fin, de un moderno mar-licomio.
Fruto de este viaje a Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania e Italia, realizado entre los meses de junio a septiembre de 1854, fueron dos importantes trabajos. El más conocido es el titulado Colonia de Orates de Gheel (Bélgica) (1856), y que es el relato detallado de su visita a la aldea belga que acogía tradicionalmente a toda clase de enfermos mentales que no exigiesen medidas coercitivas especiales. La opinión de PI y MOLlST fue altamente positiva al sistema colonial de Gheel, aunque, a su juicio, lo óptimo sería un sistema mixto que incluyera un nosocomio en su terreno.
En el año 1855 la Administración le encargó la dirección facultativa del servicio anexo de orates del Hospital de Santa Cruz, en prueba de sus conocimientos como frenópata y de su reconocida vocación asistencial. Al año siguiente publicaba una estadística sobre la marcha anual del citado departamento, y un año después la correspondiente al año 1856.
Desde su nombramiento se introdujeron en el departamento importantes mejoras en la organización y servicios, y procuró imprimirle el carácter de un hospital para enfermos mentales, a pe

(1) Los datos biográficos están tomados de COMENGE, L. (1892) y FUSTER, J. (1960).

(2) Cf. LOPEZ PI ÑERO, J. M. et al. (1983).

(3) Sobre este plan y sus ulteriores consecuencias, véase ESPINOSA, J. (1966). Págs. 62 y 55.

(4) Cf. SANCHO SAN ROMAN, R. (1959). Págs. 229-230.

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sar de los inconvenientes, imposibles de corregir, que presentaba el edificio, lo que hacía cada vez más necesaria la construcción de un nuevo manicomio.
Decidida, por fin, a comenzar la obra cuanto antes, la Administración acordó encomendar al propio director la elaboración de un proyecto, en base al cual se trazarían los planos y se iniciaría la construcción, trabajo técnico que se encargó al arquitecto José ORIOL y BERNADET.
Consiguió PI que se le comisionara de nuevo, junto con ORIOL, para realizar un nuevo viaje al extranjero a fin de ultimar los planos del proyecto. Este viaje fue realizado en 1857; de él dice PI: «Emprendimos, a nuestras expensas, en agosto del citado año, un nuevo viaje a Francia, Italia, Suiza, Alemania, Holanda y Bélgica, no ya para ver los Hospitales de locos que habíamos examinado, sino para estudiar los erigidos desde el año 1854 (5), que por ser muy recientes, debían de presentar el resultado o aplicación de los principios más modernos de la ciencia frenopática a la parte de la arquitectura relativa a la construcción de aquellos establecimientos» (6).
Expresión de estas dos visitas, de una serie de anteproyectos (7), y de su propia experiencia manicomial, es el Proyecto médico razonado para la construcción del nuevo manicomio del Hospital de Santa Cruz de Barcelona (1860). Este proyecto, modelo en su género, y aunque con destino al futuro manicomio catalán, era valedero para cualquier establecimiento de este tipo, como advierte el propio autor en la Dedicatoria: «...sienta las bases necesarias (y) forma un cuerpo de doctrina general para la construcción de establecimientos en España» (8). El arquitecto finalizó los planos en noviembre de 1859.
El Manicomio, según el proyecto aprobado, debía tener fácil comunicación con el Hospital General de Santa Cruz, y estar situado en el campo, especialmente por el influjo beneficioso de la perspectiva de la naturaleza en el ánimo de los enajenados (9). En cuanto a su población, y tras




(5) En ambos viajes estudiaron principalmente los manicomios franceses de Marsella, Montpellier y Burdeos; el de Niort, proyectado por PARCHAPPE; el de San Juan de Dios, cerca de Lyon; el de Toulouse; el de Auxerre, considerado el más moderno de Francia, yen París, los de La Salpetriere, Bicetre, Charenton e Ivry. En Inglaterra, el de Bethlem y Saint-Luke en Londres; el de Hanwell, dirigido por CONOLLY, y el de Colney Hatch, el mayor de Europa. En Bélgica, la colonia de Gheel y el de Gante, proyectado por GUISLAIN. En Holanda, el de Meer. En Alemania, los de Eichberg y La Charite en Berlín, dirigido por IDELER; en Austria, Halle en Viena, dirigido por RIEDELI, y la Torre de los Locos. En Suiza, los de Waldau, Prefargier y Ginebra, yen Italia los de Milán, Turín y Génova.

(6) PI y MOLlST, E. (1860). Pág. XIII.

(7) ef. SANCHO SAN ROMAN, R. (19591. Pág. 242. Nota 53.

(8) PI y MOLlST, E. (18601. Pág. XXIV.

(9) Ibrdem. Pág. 25-47.

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discutir las ventajas e inconvenientes, cree que debe ser común para ambos sexos, con secciones especiales para niños y ancianos (10). No cree PI y MOLlST en la conveniencia de establecer secciones de curables e incurables, ya que esta división se basa en el pronóstico, y nada más problemático de establecer en medicina mental (11).
Del mismo modo se muestra contrario a la inclusión en el manicomio de lo que él prefiere denominar «enajenados procesados» (nuestros actuales «judiciales»), aunque por la falta de otras alternativas se ve forzado a admitirlos en el proyecto (12). Los capítulos que dedica a este tema tan debatido constituyen el texto de su obra que ofrecemos para su lectura.
Igualmente piensa que sólo deben admitirse a los epilépticos que padezcan alguna vesania (13).
El número total de enajenados que podría contener el nuevo manicomio sería del orden de quinientos, especialmente previniendo el aumento en la incidencia de los trastornos mentales y, sobre todo, por razones de tipo económico, ya que, según PI, el importe del presupuesto de personal facultativo y administrativo está en razón inversa a la capacidad del asilo. Por otro lado, un manicomio de mayor capacidad sería prácticamente ingobernable (14).
El edificio constaría de dos plantas, la superior para dormitorios y la baja para la estancia durante el día. Su disposición sería longitudinal, constituida por un cuerpo central para servicios generales, y dos laterales a ambos lados destinadas a los distintos departamentos particulares. Fuera del edificio se situarían las «dependencias rurales» del manicomio.
Se muestra PI contrario a la «planta radiada o panóptica», ya que un manicomio así «ha de parecerse a una cárcel celular, el establecimiento con el que menos semejanza debe tener» (15). De gran importancia para el autor eran los departamentos dedicados al tratamiento hidroterápico, y propone una gran sala de baños con aparatos para «chorro grueso», «de irrigación», «del

  Ducha escocesa


(10) Ibídem. Pág. 48-66.

(11) Ibídem. Pág. 66-71.

(12) Ib/dem. Pág. 72-75.

(13) Ibídem. Pág. 75-76.


(14) Ibídem. Pág. 77-92.

(15) Ibídem. Pág. 98-100.

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gado», «ascendente», «horizontales», «de lluvia» y «afusiones», completado con una piscína como medio higiénico y terapéutico (16). •
Además del fin fundamental del manicomio -el aislamiento, base de la terapéutica moralen el Proyecto se insiste en que el Centro podría, con el tiempo, convertirse en una escuela clínica de patología mental, hecho que preocupaba al autor, dado el descuido en que se hallaba la enseñanza teórica y práctica de la frenopatología. A tal fin proyecta una sala de autopsias y preparaciones anatómicas y un gabinete anatomo-patológico.
Formulado de esta manera, la Administración comenzó el estudio económico para su realización, presentando al gobierno los planos, presupuestos y proyectos, que merecieron una Orden laudatoria el mismo año de 1860, pero no la autorización para su construcción por considerar que un presupuesto de tal envergadura no era posible que estuviese a cargo de una institución de carácter provincial.
Tras una serie de peripecias jurídicas y administrativas, en 1874 se consiguió una Real Orden por la cual era posible su erección, pasando aún doce años más para que se pusiera la primera piedra. Por fin, el 19 de diciembre de 1889 pronunció PI y MOL\ST el Discurso de inauguración, quedando así culminado un esfuerzo al que había dedicado gran parte de su vida.
3. SU PENSAMIENTO PSIQUIATRICO
Aparte de su obra dedicada a la asistencia manicomial, y que forma el capítulo más importante, dedicó su actividad a exponer sus ideas psiquiátricas en una serie de monografías (17).
La más conocida es el opúsculo titulado Apuntes sobre la monomanía (1864), amplio estudio acerca de esta entidad nosológica creada por ESQUIROL, y que algunos han considerado como lo mejor de su producción psiquiátrica. Muestra la magnífica formación de PI, no sólo en el terreno frenopático, sino en el filosófico, literario y humanístico. Con criterio totalista defiende la unidad de la mente y las dificultades de aceptar afectaciones parciales de cualidades aisladas del psiquismo, negando, pues, la realidad clínica del concepto (18).
En el campo científico-literario, su obra más importante, publicada en 1886, fue Primores de Don Quijote, donde intentó demostrar que la enfermedad mental de Alonso Quijano estaba de acuerdo con los principios de la medicina mental de la época, yen estrecha relación con los conceptos sobre las monomanías (19). El trabajo mereció los mayores elogios de toda la crítica literaria y médica, citándose como relevante la que hizo el propio MENENDEZ PELAYO, y que le valió ser reconocido como uno de los primeros cervantistas de la época. La única oposición le vendría de su colega y paisano GINE y PARTAGAS, que en el juicio sobre el libro vertiría severas críticas a las ideas expuestas sobre el texto cervantino, y que definen claramente las líneas ideológicas opuestas que lo separaban: «El Dr. PI piensa a tenor de lo que cree, yo creo a tenor de lo que pienso l.,.). Por esta causa el Dr. PI pertenece a la escuela idealista. Yo soy positivista» (20).
A pesar de esta irreconciliable oposición ideológica, GINE admiraba y respetaba profundamente a PI, y llegó a calificarle de «príncipe de la psiquiatría española».
Fue, efectivamer:lte, PI y MOL\ST un refractario a las nuevas ideas de corte organicista defendidas con ardor por GINE y sus seguidores (21), y siempre se mantuvo en un terreno ideológico claramente psicologista, «desplazado de la orientación general de la ciencia de la época» (22).
(16) Ib/dern. Pág. 245-257.

(17) Los trabajos de PI y MOLlST en la prensa médica se reducen a cuatro, publicados posteriormente como folletos.

(18) Un estudio más detallado de esta monografía puede verse en SANCHO SAN ROMAN, R. (1959). Págs. 234-236.

119) Cf. SANCHO SAN ROMAN, R. (19591. Págs. 236-240.
(20) GINE y PARTAGAS, J. (1885-18861. Pág. 358.
(21) Como muy bien ha señalado ESPINOSA, J. (1966), pág. 72, a pesar de ser reconocido como el re


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